sábado, 30 de octubre de 2010

El ladrón de recuerdos por Cándido y Cansino

- ... Cuando las cabezas se trastornan.
- ¿Que murmuras..., Cansino?
- Pues..., que me acabo de dar cuenta de que el Eusebio, dice cosas raras..., no se acuerda de lo que le he dicho hace un rato, y hasta le vengo viendo desde hace unos días que tiene la mirada..., como perdida.
- ... No sé, no me había dado cuenta.
- Cándido, eso es la cosa que más miedo me da y sobre todo, que pueda ocurrirme a mí. Mira..., morirme, no me da miedo y si es de repente menos miedo, pero eso...
- ¿El qué? ... No sé de que me hablas.
- Pues qué va a ser, que venga a visitarte todos los días el Ladrón de los recuerdos, el maldito Alzheimer.
- Afúss, eso tiene miga..., ojalá que no nos de.
- Si, con decir eso estamos apañaos... Mira Cándido, ¡si se supiera!..., pero de eso no estamos libres ninguno y lo que más me preocupa es dejarles a mis hijos semejante papeleta. Si me da un infarto o una embolia de esas que no tienen escapatoria, pues tal día hizo un año, después del susto a la familia, mi amiga Belén Panadero, la del tanatorio, se encarga de todo y a los cuatro días, unas misas y..., el vivo al bollo y el muerto..., ¿comprendes?, pero si te quedas tonto..., ¡demencia senil!..., con los hijos trabajando en esas ciudades donde se han apañado la vida, y con ese tipo de vida que llevan, que ni vienen a casa a comer al mediodía, les metes una carga así, un anciano del que no te puedes fiar ni un pelo que a la que menos te esperas te pinta con excrementos el dormitorio..., tiene tela marinera.
- ¡Jolines!..., lo pintas de una manera que da hasta repelús.
- Repelús no, terror es lo que da..., pregúntale a alguien que cuide a un enfermo de Alzheimer y escúchalo atentamente que te vas a enterar de lo que vale un peine. ¡Las manías que agarran!, acaban por no conocerte ni tan siquiera, lo primero que les pasa es que no se asean, no reconocen ni su casa, se pierden y ..., bueno para que voy a seguir.
- Hombre, llegado el caso te tendrían que ingresar en una residencia ¿no?
- Pero vamos a ver Cándido, ¿cuánto cobras tú de pensión? ¿acaso crees que te van a dar plaza en una residencia pública si solo hay plazas para el cuatro por ciento de los que las pueden necesitar? Te tendrán que meter en una privada y con lo que ganas al mes, no te alcanza ni para cubrir un tercio de lo que te van a cobrar, en una habitación con otro abuelo que ni conoces ni ná. O sea que a pagar los hijos, que están hasta las cejas con la hipoteca del piso y solo les falta eso, meterte en una residencia privada a su costa..., y luego vas y duras así tres o cuatro años..., ¡anda que!
- ¿Cuánto vale al mes una residencia privada?
- Pues, no me hagas mucho caso pero tengo entendido que por menos de mil setecientos o mil ochocientos, no hay nada..., ya ves y yo gano..., que no llego a los novecientos euros. Y otra cosa..., el trato, que no me gusta nada en lo que he visto, que te tratan como si fueras un niño,, que el respeto brilla por su ausencia y que llevas una vida cuartelera que..., mejor morirse de una vez.
- Oye tío que me estás poniendo un cuerpo que ya ya.
- ¿Entonces qué? ¿no hablamos del tema? ¿hacemos como el avestruz? y si llega el ladrón de los recuerdos ¿qué?..., ¡mientras no nos toque a nosotros!.., pero ¿qué garantías tenemos?.., ¡ninguna!
- De verdad que de aquí en adelante lo que nos espera es de lo más imprevisible, ¡ojalá que tengamos un poco de suerte y Dios nos quiera lo bastante como para acabar de golpe y sin dar mucha morcilla!
- Pero mira..., si es que la vida está montada de una manera que tú me dirás, y no te tienes que ir a las grandes ciudades donde están mis hijos, aquí en el pueblo mismamente, seguro que conoces a alguien que después de trabajar saca todos los días al perro a que le de el aire, pero..., ¿conoces a alguien que haga eso con su padre, si no se puede valer, y lo saque todos los días un poquito al parque?
- En eso tienes razón..., y Dios me libre de hablar mal de mi hija o de mis nueras que son estupendas, pero claro, cuidar de uno con Alzheimer, tiene mandanga, pero bueno..., no me va a dar a mi..., ¿verdad?
- Esto le preocupa a más gente que a nosotros, no te creas, mira si no, esos paisanos nuestros que han montado la cooperativa esa de los Mayores de Alcaudete, que están detrás de hacerse su propia residencia, con la finalidad de que los cuiden como a ellos les parezca bien.
- Yo me he enterado de algo, pero si te digo la verdad no se mucho..., va a ver que ir a enterare a su oficina.
- Esta tarde sin ir más lejos, pero ahora no vamos a arrear una cerveza, que como me decía Paco Molina, que en paz descanse, "la que no te bebas ahora es cerveza perdía".